Enfermedades, agotamiento físico y mental, lesiones musculares… ¿te suena familiar?
Es verdad que para tener cambios significativos cuando vas al gym tienes que llevar a tu cuerpo a un nivel cada vez más alto. Desafortunadamente, muchas personas se exigen de más, y hacen entrenamientos de alta intensidad todos los días sin descansar, pensando (erróneamente) que así es la única manera de lograr ver lo cambios que tanto ansían en su cuerpo, cuando en realidad están sufriendo el síndrome del sobreeentrenamiento.
Si tienes la duda de estar pasando por esto, te invitamos a seguir leyendo para conocer las principales señales de que tienes el síndrome del sobreentrenamiento y probablemente necesites un descanso.
1.Agotamiento
Este es la señal número uno de que estás sobreentrenando. Una cosa es sentirte cansado al final del día, pero otra muy diferente es sentirte agotado desde el momento en que abres los ojos al despertar. Cuando sobreentrenas te puedes sentir cansado física y mentalmente, así que ten cuidado.
La fatiga mental ocurre cuando no puedes concentrarte en tus tareas diarias, incluyendo el entrenamiento. Así también las molestias musculares post-entrenamiento duran más de lo normal, por lo que tardas más tiempo en recuperarte y te hace sentir todavia más cansado.
Es común adjuntar este cansancio a dormir poco o mal, pero debes evaluar si este es tu caso o si por el contrario duermes tus horas debidas y aun así amaneces como si te hubiesen atropellado en la noche.
2. Insomnio
Otro síntoma común para saber que te estás pasando un poco es tener insomnio a pesar de lo agotado que estás.
Eso se debe a una sobreexcitación del sistema nervioso simpático, el encargado de dar la señal de alarma a nuestro cuerpo en situaciones de estrés, lo que nos impide descansar porque nos pone en situación de alerta.
Por eso, dependiendo de algunas personas, no se recomienda entrenar antes de dormir; aunque tú te conoces y tu sabes cómo funciona tu cuerpo. Si quieres conocer un poco más sobre los efectos que tiene la falta de sueño en tu cuerpo, te recomendamos que veas este video.
3. Lesiones y/o dolores musculares
Existe un tipo de dolor muscular que es normal al día siguiente de entrenar, o a los 2 días, dependiendo la persona y el área entrenada. Lo que no es normal son los dolores intensos, los desgarres o las lesiones en general, sobre todo si estos dolores no se han quitado después de un tiempo. Tampoco son normal las punzadas musculares ni los calambres.
Si presentas alguno de estos síntomas o lesiones significa que tu cuerpo no está descansando lo adecuado, y pueden ser señales que preceden a lesiones más serias, ya que el sobreentrenamiento puede causar procesos inflamatorios o de rotura muscular.
Si es tu caso, el descanso y las descargas musculares o masajes descontracturantes podrían ayudarte con tu recuperación. Recuerda que lo mejor es acudir con un profesional de la salud antes de tomar este tipo de decisiones. Un fisioterapeuta puede ayudarte.
4. Enfermedades frecuentes
Si te enfermas muy seguido, ya sea de gripe o de infecciones habituales en la garganta o estómago, o incluso de herpes, puede ser que el exceso de ejercicio sin descanso adecuado haya bajado tu sistema inmune y por ello te encuentres susceptible.
Considera disminuir la intensidad de tus entrenamientos, o en su defecto, la frecuencia con la que los realizas. Dale oportunidad a tu cuerpo de regresar a la normalidad.
5. Inestabilidad emocional
Al estar exigiéndole a tu cuerpo más de lo que realmente puede soportar, te sometes a un alto grado de estrés, que a su vez hace que aumente la producción de cortisol, una hormona que puede causarte enojo e irritabilidad. Por ello, sueles padecer de alteraciones emocionales como mal humor, apatía, irritación, ansiedad, falta de concentración, y en algunos casos, depresión.
El ejercicio te ayuda a mantener el bienestar emocional, e incluso lo impulsa. Cuando el efecto es el contrario o dejas de disfrutarlo, definitivamente es una señal de que hay algo que no está del todo bien.
6. Dejaste de notar tu progreso
Esto se nota muy fácil si pones atención. Dependiendo del deporte o ejercicio que hagas, si tu cuerpo está explotado, no puedes mantener el mismo ritmo que antes porque disminuye el rendimiento y aumenta la dificultad para alcanzar los objetivos fijados. No puedes correr más, no puedes levantar más peso, no puedes avanzar e incluso te cansas mucho más rápido de lo normal. En otras palabras, te estancas.
No nos vamos a cansar de decírtelo: a diferencia de lo que muchos creen, el descanso tiene un papel primordial en tu progreso.
7. Descontrol hormonal
Debido al mismo estrés al que has sometido a tu cuerpo, a tu cuerpo pueden ocurrirle 2 cosas:
-Puede experimentar pérdida de peso involuntaria.
-Pérdida de apetito.
Esto es en casos extremos. De cualquier forma, tu cuerpo se encuentra fuera de balance y es necesario tomar medidas. Considera tomarte un par de días para volver a ti.
8. Exceso de sed
Debido a que el exceso de ejercicio provoca un estado catabólico, que conlleva a que nuestro cuerpo necesite mayor energía y termine por nutrirse de sus propios tejidos, causa como consecuencia una deshidratación.
9. Aumento de la frecuencia cardiaca en reposo
Si presentas un aumento de la frecuencia cardiaca sin hacer absolutamente nada, es una señal de alarma que indica que algo estás haciendo muy mal.
Puedes darte cuenta de la siguiente manera: si te tomas el pulso por la mañana, recién levantado de la cama, esas pulsaciones por minuto pueden interpretarse como la línea base de modo que, si en las mismas condiciones durante el día, se da un aumento supone un incremento en la fatiga o que el atleta no está completamente recuperado.
10. Ya no te sientes tan motivado como antes
Si tomamos en cuenta que para este entonces has tenido insomnio, cansancio extremo, mucha sed, que has comido poco y que andas más irritable de lo normal, sin contar que no has podido romper récord en muchos días, es normal que la motivación y tu estado anímico empiece a fallar.
La realidad es que, así como el cuerpo necesita mantenerse activo e ir superándose cuando se adapta a una rutina, también es necesario aprender a escuchar a tu cuerpo y no exigirte de más, pues eso puede ser más contraproducente y llevarte a algo más grave. Recuerda que en Station tenemos el servicio de Coach Assistance para ayudarte a llegar a todos tus objetivos de la manera más saludable y efectiva.